No es la Manera

Después de escuchar los reportes sobre la posible salida de Pastor Maldonado, no puedo evitar tener un solo sentimiento: tristeza. No es que me sienta decepcionado ante la posibilidad de no tener al venezolano para utilizarlo como comedia fácil en mis columnas. Tampoco es que me invada un sentimiento negativo al saber que ya no podré descargar mi ira antes sus repetidas acciones peligrosas para otros pilotos.

No, estoy lleno de tristeza porque no creo que sea la manera en la que deba perder su asiento, si es que lo llega a perder. Al parecer, Petróleos de Venezuela SA, su patrocinador, no ha pagado los 50 millones de Euros que le debe a Renault para que el excampeón de GP2 pueda correr entre la élite mundial y esto le daría una segunda oportunidad a Kevin Magnussen.

No estoy de acuerdo en que Maldonado siga en F1, no después de todos los accidentes que ha causado y lo peligroso que ha demostrado ser para sus compañeros de profesión cuando maneja dentro del pelotón. Sin embargo, no puedo estar más en desacuerdo que la razón por la que deberían correrlo de la categoría es por sus manos y no por falta de fondos. El sacarlo de esta manera sólo sienta el pésimo precedente de que los equipos aguantaran tu falta de habilidad con tal de aceptar dinero a cambio para mantenerse en la competencia. Esta historia ya la he visto en las series de resistencia donde muchos millonarios deciden que quieren ser pilotos, arman sus equipos, contratan a pilotos de verdad que califiquen el auto y sean competitivos y corren algunas horas, generalmente causando accidentes a autos de otras categorías o a los líderes de las competencias.

Si Maldonado se va por falta de financiamiento lo único que está diciendo la Fórmula Uno es que no importa cuántos accidentes generes, mientras tengas dinero. No nos sorprendamos si vemos más pilotos financiados por países o hijos de papi que le estén cumpliendo el capricho a su “pilotito”, como ya es una realidad, que no tengan la capacidad de Maldonado –después de todo, él ha demostrado que puede ser rápido y eficiente en solitario. Cincuenta millones no es mucho para algunas corporaciones, por lo que no suena lejano el día donde tengamos a cuatro o cinco Maldonados participando y causando estragos.

Sáquenlo por inseguro, no porque no pudo pagar la entrada.

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