Se anunció que la Fórmula Uno cambiará de manos y ahora Liberty Media
será quien la controle, aun cuando Bernie Ecclestone seguirá al frente durante
unos años más. Esto suena emocionante pues da pie a que la categoría vuelva a
ser más accesible a los aficionados, pero existe un riesgo mayor que tiene que
ser atacado pronto, o tendrán problemas en 20 años.
Me refiero al marketing pues bajo el mando de Ecclestone, se han
dedicado a volverla una categoría exclusiva para aquellos que pueden costear
altos precios en los boletos. Nada más habría que ver que los patrocinadores
principales son marcas de lujo como Rolex y Chandon. Cierto, hay marcas más
accesibles como Heineken o Pirelli, pero todas son marcas Premium en sus
sectores.
Básicamente, la idea es captar pocos, pero los que más dinero para
gastar tienen, lo cual no es una estrategia mala, pero tampoco es una
estrategia muy sostenible en el largo plazo. También, notarán que esta
estrategia está completamente dirigida a adultos, mismos que, en 20 años ya no
estén en edad de consumir el producto.
No sé ustedes, pero yo la primera temporada de F1 que recuerdo bien es
la de 1991. Me sabía a todos los pilotos y equipos, incluidos los colores,
cascos y los detalles de cada uno. Esto no se dio porque mi papá estuviera
forzándome a aprenderme los datos de los protagonistas, pero porque tenía dos
fuentes de información claves al alcance de mi mano: la primera era una colección de autos a
escala 1:43 de la marca Onyx, misma que estaba
prohibida utilizarla para jugar, pero que, mi hermano y yo, pronto descubrimos
a desatornillar, jugar y luego reacomodar todo para que mi papá no se diera
cuenta. La segunda era otra colección, pero de tarjetas de la marca
ProTrac con todos los
pilotos, circuitos, equipos y cascos, la cual utilizábamos para aprendernos las
pistas y dibujarlas en el tapete de la sala para jugar con los carritos.
Ahora, piensen cuántos productos de la Fórmula Uno, enfocados a niños,
han visto en la última década. Están los Lego Speed Champions de Ferrari y McLaren el año pasado, los Hot Wheels escala 1:64 de 2008 y viéndonos generosos, la colección de Panini que comenzó en 2015 de autos a escala 1:43. No incluyó los Minichamps
1:43 porque son autos que cuestan más de 1,500 pesos y tener a los 20 autos de
la parrilla costaría más de 30,000, cifra que estoy seguro mi papá no pagó por
los Onyx en 1991. La colección de Panini cuenta con autos de 200 pesos, pero
sin piloto y no son los autos actuales.
El otro intentó que se ha venido retomando, es el videojuego de la
Fórmula 1. En mi niñez, pasé horas jugando el Nigel Mansell’s World
Championship en el Gameboy,
ahora, juego el F1 201X que lleva ya más de un lustro con entregas anuales.
Dado que el F1 201X es más una simulación donde escoges todos los parámetros
del auto con el fin de hacer tu experiencia lo más realista posible,
Codemasters también hizo un juego llamado F1 All Stars que básicamente es un Mario Kart de Fórmula 1.
Por el contrario, los otros deportes están enfocados en hacer que los
niños se conviertan en aficionados desde temprana edad. Existen todo tipo de
productos (Playmobil para la NHL, parecidas a Lego para la NFL, MLB
y MLS, tarjetas
coleccionables Panini, los clásicos autos 1:64 de NASCAR, etc) para hacer que los niños se acerquen a atletas que ven en vivo o
la televisión.
Luego viene otro problema, si la Fórmula Uno cree que los niños de hoy
crecerán y, en 20 años se convertirán de la noche a la mañana en fanáticos, está
arriesgando mucho. Esos mismos niños que quieren que se conviertan en
aficionados habrán pasado los últimos 20 años invirtiendo su tiempo en otros deportes
y equipos.
Puede ser que la apuesta de la F1 sea que los aficionados de hoy
introduzcan a los hijos al deporte y los guíen, pero ver la televisión 40 horas
al año no va a volver a nadie el próximo gran fanático (y menos con el
espectáculo que han ofrecido en los últimos años). Es más, algunas personas de
las nuevas generaciones ya ni siquiera están interesados en tener un auto como
lo he visto con muchos familiares míos.
Puedes escribirle al
autor para hacerle saber que tú también te desmañanas por la F1, para quejarte
o para dar tu punto de vista. Si deseas que te notifique cada que se añada una
nueva Desmañanada sólo manda un mail a eldesmanianado@gmail.com. Puedes seguir a Omar en
Twitter como @ojalife.
© OEJR/2016